Salud y bienestar
La salud puede entenderse como un estado de completo bienestar físico, mental y social, que va más allá de la ausencia de afecciones. Es decir que la salud no es solo no estar enfermo, sino sentirse bien en todos los aspectos de tu vida.
Factores como el lugar de nacimiento, trabajo, desarrollo personal y la situación de nuestros entornos influyen en el estado general de nuestra salud. Sin embargo, hay otros aspectos que pueden contribuir.
La construcción de la salud en todas sus dimensiones (biológicas, mentales, espirituales, psicológicas y sociales) implica un esfuerzo individual y colectivo, que se relaciona al mejoramiento de las condiciones de vida y de la generación de oportunidades de las personas, las familias y las comunidades.
Los pilares de una buena
salud física
La salud física consiste en el bienestar del cuerpo y el buen funcionamiento del organismo. Aunque hay muchos consejos para tener una buena salud física, aquí tienes los 4 más importantes.
Dieta balanceada
La alimentación es la base de una vida saludable. Si comemos mucha «comida chatarra» y pocas verduras y vegetales, nuestro cuerpo no recibirá todo lo que necesita para estar bien.
Los expertos recomiendan que tu plato se vea así: la mitad con frutas y verduras, un cuarto de granos y harinas y el otro cuarto dividido entre proteínas (carne, leche, huevos, etc.), grasas y aceites. Aunque es más fácil comer algo comprado en la calle o una funda de papas fritas, hacer esto por mucho tiempo definitivamente te pasará factura y comenzarás a sentir los efectos como aumento de peso, falta de energía, etc.
Aparte de una buena alimentación también es necesario tomar abundantes líquidos. Lo mejor que puedes tomar es agua, que te quitará la sed sin dañar tus dientes ni afectar tu salud. Las bebidas gaseosas o los jugos empacados tienen demasiada azúcar y pueden hacerte daño.
Dormir lo suficiente
Dormir bien tiene muchos beneficios para tu salud física. Algunos de ellos son: tener más energía para el día siguiente, disminuir el riesgo de enfermedades cardíacas y ayudar con tu concentración y capacidad intelectual.
La cantidad de sueño que necesitas cambia según la edad por lo que tienes que estar pendiente de cuántas horas duermen tus hijos e hijas. Las recomendaciones son:
De 3 a 5 años – De 10 a 13 horas, incluidas las siestas
De 6 a 12 años – De 9 a 12 horas
De 13 a 18 años – De 8 a 10 horas
Adultos – 7 horas o más
Actividad física
Mantenerte en movimiento es la forma más fácil de aportar a la salud de tu cuerpo. Hacer ejercicio aumenta tu calidad de vida porque te ayuda a controlar el sobrepeso, contribuye a disminuir el riesgo de sufrir enfermedades, mejora la calidad de tus huesos y te ayuda a mejorar el ánimo y a reducir el estrés.
Las Organización Mundial de la Salud recomienda al menos 150 minutos de actividad física por semana para todos los adultos. Caminar a paso firme, un trote ligero o ejercicios aeróbicos son buenas elecciones.
En el caso de niñas, niños y adolescentes, la recomendación es de 60 minutos al día.
Salud preventiva
La prevención es la mejor herramienta para evitar problemas con nuestra salud. Aunque tengas una dieta saludable, acompañada de una vida activa todavía es posible que te enfermes o que tengas otros problemas de salud.
Por eso es importante realizarte revisiones médicas con cierta frecuencia. No esperes a estar enferma para sacar una cita. La mayoría de los doctores recomiendan una revisión general cada año, pero lo mejor es que acudas al médico si es que te llegaras a sentir mal.
Si quieres sacar una cita médica en el sistema público revisa cómo hacerlo aquí
Sé amable contigo y con los demás
En su guía Cómo cuidar tu salud mental en tiempos de pandemia, UNICEF nos recuerda que cada persona está viviendo la pandemia de diferente manera. Debes tener en cuenta que lo que compartes o lo que dices puede afectar a los demás.
Técnicas de relajación
No siempre tendremos a un amigo o un familiar a nuestro lado para enfrentar los problemas.
Por eso te recomendamos que busques alguna técnica de relajación que te sirva. Las más comunes son los ejercicios de respiración profunda o los de meditación. Tómate unos minutos al día para practicarlos y verás como reduce tu estrés.
Evita el alcohol, el tabaco y otras drogas
Limita tu consumo de alcohol o evítalo por completo. Aunque al principio pueden parecer una buena opción para enfrentar el miedo o la ansiedad, el alcohol y las drogas solo harán que tus problemas se agraven.
Si te sientes triste o preocupado busca ayuda con tu familia o amigos o con un profesional de la salud.
Fíjate en las cosas buenas
Aunque parecería un consejo un poco simple, es importante buscar el lado positivo de la vida.
Sabemos que la situación no es fácil, sobre todo si estás en un país nuevo reconstruyendo tu vida, pero siempre habrá algo positivo. Probar una comida nueva, hablar con alguien y reír juntos o solo sentarte un momento a disfrutar del sol son solo algunos ejemplos.
Sin embargo, la depresión es real y es un factor de riesgo muy importante para el suicidio y hay que tomarla en serio. Esta puede manifestarse en diferentes formas. Aprende un poco más sobre el tema y qué puedes hacer si estás en esa situación o conoces a alguien que lo está.
Claves para una buena
salud mental
La salud mental se relaciona con tu bienestar emocional, psicológico y social.
Descarga el manual interactivo de prevención del suicidio
Cómo tener una buena
salud emocional
¿Has escuchado la frase «mente sana en cuerpo sano«? Pues es completamente verdad. Si bien la salud física tiene que ver con el cuerpo, no se la puede separar de la salud emocional.
Conoce y maneja tus emociones
Aunque puede ser muy difícil, es importante aprender a reconocer tus emociones y qué las causa.
Saber qué te afecta, te entristece o te alegra te puede ayudar a buscar o evitar ciertas situaciones o personas.
Expresa tus sentimientos
Todos los días nos enfrentamos a muchas situaciones que aumentan el estrés. Frente a esto lo peor que puedes hacer es quedarte callada y tragarte tus emociones.
Tal vez no puedas hacerlo en ese momento, pero es importante expresarte y sacar todo lo que estás sintiendo. Así reducirás el estrés y podrás construir relaciones más sinceras. Habla con algún profesional de la salud si te sientes muy triste o desanimada. ¡Buscar ayuda no está mal!
Conecta con otras personas
Las conexiones positivas con otras personas son necesarias. Son una forma de sentirte apoyada y así afrontar los problemas del día a día.
Por eso es importante contar con un círculo de apoyo con el que puedas hablar, compartir y disfrutar de la vida. Puedes buscar nuevas amistades en cursos, talleres y otras actividades grupales.
Salud y bienestar
La salud puede entenderse como un estado de completo bienestar físico, mental y social, que va más allá de la ausencia de afecciones. Es decir que la salud no es solo no estar enfermo, sino sentirse bien en todos los aspectos de tu vida.
Factores como el lugar de nacimiento, trabajo, desarrollo personal y la situación de nuestros entornos influyen en el estado general de nuestra salud. Sin embargo, hay otros aspectos que pueden contribuir.
La construcción de la salud en todas sus dimensiones (biológicas, mentales, espirituales, psicológicas y sociales) implica un esfuerzo individual y colectivo, que se relaciona al mejoramiento de las condiciones de vida y de la generación de oportunidades de las personas, las familias y las comunidades.
Los pilares de una buena
salud física
La salud física consiste en el bienestar del cuerpo y el buen funcionamiento del organismo. Aunque hay muchos consejos para tener una buena salud física, aquí tienes los 4 más importantes.
Dieta balanceada
La alimentación es la base de una vida saludable. Si comemos mucha «comida chatarra» y pocas verduras y vegetales, nuestro cuerpo no recibirá todo lo que necesita para estar bien.
Los expertos recomiendan que tu plato se vea así: la mitad con frutas y verduras, un cuarto de granos y harinas y el otro cuarto dividido entre proteínas (carne, leche, huevos, etc.), grasas y aceites. Aunque es más fácil comer algo comprado en la calle o una funda de papas fritas, hacer esto por mucho tiempo definitivamente te pasará factura y comenzarás a sentir los efectos como aumento de peso, falta de energía, etc.
Aparte de una buena alimentación también es necesario tomar abundantes líquidos. Lo mejor que puedes tomar es agua, que te quitará la sed sin dañar tus dientes ni afectar tu salud. Las bebidas gaseosas o los jugos empacados tienen demasiada azúcar y pueden hacerte daño.
Dormir lo suficiente
Dormir bien tiene muchos beneficios para tu salud física. Algunos de ellos son: tener más energía para el día siguiente, disminuir el riesgo de enfermedades cardíacas y ayudar con tu concentración y capacidad intelectual.
La cantidad de sueño que necesitas cambia según la edad por lo que tienes que estar pendiente de cuántas horas duermen tus hijos e hijas. Las recomendaciones son:
De 3 a 5 años – De 10 a 13 horas, incluidas las siestas
De 6 a 12 años – De 9 a 12 horas
De 13 a 18 años – De 8 a 10 horas
Adultos – 7 horas o más
Actividad física
Mantenerte en movimiento es la forma más fácil de aportar a la salud de tu cuerpo. Hacer ejercicio aumenta tu calidad de vida porque te ayuda a controlar el sobrepeso, contribuye a disminuir el riesgo de sufrir enfermedades, mejora la calidad de tus huesos y te ayuda a mejorar el ánimo y a reducir el estrés.
Las Organización Mundial de la Salud recomienda al menos 150 minutos de actividad física por semana para todos los adultos. Caminar a paso firme, un trote ligero o ejercicios aeróbicos son buenas elecciones.
En el caso de niñas, niños y adolescentes, la recomendación es de 60 minutos al día.
Salud preventiva
La prevención es la mejor herramienta para evitar problemas con nuestra salud. Aunque tengas una dieta saludable, acompañada de una vida activa todavía es posible que te enfermes o que tengas otros problemas de salud.
Por eso es importante realizarte revisiones médicas con cierta frecuencia. No esperes a estar enferma para sacar una cita. La mayoría de los doctores recomiendan una revisión general cada año, pero lo mejor es que acudas al médico si es que te llegaras a sentir mal.
Si quieres sacar una cita médica en el sistema público revisa cómo hacerlo aquí
Claves para una buena
salud mental
La salud mental se relaciona con tu bienestar emocional, psicológico y social.
Descarga el manual interactivo de prevención del suicidio
Sé amable contigo y con los demás
En su guía Cómo cuidar tu salud mental en tiempos de pandemia, UNICEF nos recuerda que cada persona está viviendo la pandemia de diferente manera. Debes tener en cuenta que lo que compartes o lo que dices puede afectar a los demás.
Técnicas de relajación
No siempre tendremos a un amigo o un familiar a nuestro lado para enfrentar los problemas.
Por eso te recomendamos que busques alguna técnica de relajación que te sirva. Las más comunes son los ejercicios de respiración profunda o los de meditación. Tómate unos minutos al día para practicarlos y verás como reduce tu estrés.
Evita el alcohol, el tabaco y otras drogas
Limita tu consumo de alcohol o evítalo por completo. Aunque al principio pueden parecer una buena opción para enfrentar el miedo o la ansiedad, el alcohol y las drogas solo harán que tus problemas se agraven.
Si te sientes triste o preocupado busca ayuda con tu familia o amigos o con un profesional de la salud.
Fíjate en las cosas buenas
Aunque parecería un consejo un poco simple, es importante buscar el lado positivo de la vida.
Sabemos que la situación no es fácil, sobre todo si estás en un país nuevo reconstruyendo tu vida, pero siempre habrá algo positivo. Probar una comida nueva, hablar con alguien y reír juntos o solo sentarte un momento a disfrutar del sol son solo algunos ejemplos.
Sin embargo, la depresión es real y es un factor de riesgo muy importante para el suicidio y hay que tomarla en serio. Esta puede manifestarse en diferentes formas. Aprende un poco más sobre el tema y qué puedes hacer si estás en esa situación o conoces a alguien que lo está.
Cómo tener una buena
salud emocional
¿Has escuchado la frase «mente sana en cuerpo sano«? Pues es completamente verdad. Si bien la salud física tiene que ver con el cuerpo, no se la puede separar de la salud emocional.
Conoce y maneja tus emociones
Aunque puede ser muy difícil, es importante aprender a reconocer tus emociones y qué las causa.
Saber qué te afecta, te entristece o te alegra te puede ayudar a buscar o evitar ciertas situaciones o personas.
Expresa tus sentimientos
Todos los días nos enfrentamos a muchas situaciones que aumentan el estrés. Frente a esto lo peor que puedes hacer es quedarte callada y tragarte tus emociones.
Tal vez no puedas hacerlo en ese momento, pero es importante expresarte y sacar todo lo que estás sintiendo. Así reducirás el estrés y podrás construir relaciones más sinceras. Habla con algún profesional de la salud si te sientes muy triste o desanimada. ¡Buscar ayuda no está mal!
Conecta con otras personas
Las conexiones positivas con otras personas son necesarias. Son una forma de sentirte apoyada y así afrontar los problemas del día a día.
Por eso es importante contar con un círculo de apoyo con el que puedas hablar, compartir y disfrutar de la vida. Puedes buscar nuevas amistades en cursos, talleres y otras actividades grupales.