Derechos

y sexualidad

Los Derechos Sexuales se refieren a la libertad de las personas para ejercer su sexualidad de manera saludable, sin ningún tipo de abuso, coerción, violencia o discriminación. Los derechos sexuales son los mismos derechos humanos, reconocidos de forma universal e interpretados a la luz de la sexualidad. Facilitan a las personas asumir el control de su cuerpo y sexualidad y no ser sujetas/os de discriminación, acoso, coerción y violencia. Permite que las personas expresen y disfruten de su sexualidad de forma autónoma, sana, placentera y sin riesgos; más allá de la reproducción.

Derechos sexuales

Los Derechos Sexuales se refieren a la libertad de las personas para ejercer su sexualidad de manera saludable, sin ningún tipo de abuso, coerción, violencia o discriminación. Los derechos sexuales son los mismos derechos humanos, reconocidos de forma universal e interpretados a la luz de la sexualidad. Facilitan a las personas asumir el control de su cuerpo y sexualidad y no ser sujetas/os de discriminación, acoso, coerción y violencia. Permite que las personas expresen y disfruten de su sexualidad de forma autónoma, sana, placentera y sin riesgos; más allá de la reproducción.

Tú tienes derecho a:
  1. Decidir sobre nuestros cuerpos y sexualidades de manera autónoma.
  2. Explorar y a disfrutar de una vida sexual placentera.
  3. Elegir las parejas sexuales.
  4. Vivir la sexualidad sin ningún tipo de violencia.
  5. Tener relaciones sexuales consensuadas.
  6. Decidir libre y autónomamente cuándo y con quién se inicia la vida sexual.
  7. Decidir sobre la unión con otras personas.
  8. Vivir y expresar libremente la orientación sexual e identidad de género.
  9. A la protección y prevención de infecciones de transmisión sexual y embarazos no deseados.
  10. Recibir información y acceso a servicios de salud de calidad sobre todas las dimensiones de la sexualidad, sin ningún tipo de discriminación.
  11. Una educación integral para la sexualidad a lo largo de la vida.
Algunas consideraciones
  • La vivencia de la sexualidad debe estar libre de todo tipo de manipulación, chantaje o coacción para que podamos tener relaciones saludables, consentidas, autónomas y placenteras.
  • Los embarazos forzados en la adolescencia y la violencia sexual son un atentado a muchos de estos derechos, y la importancia de cuestionar cómo se normaliza socialmente la violencia sexual.
  • El estigma es una marca social que reproducimos constantemente y que se puede transformar si es que reflexionamos sobre nuestras posturas. Las más afectadas por el estigma suelen ser las poblaciones históricamente violentadas como adolescentes, mujeres, población migrante, población LGBTIQ+, indígenas, afrodescendientes, personas viviendo con VIH, entre otras. Este estigma muchas veces limita el ejercicio de nuestros derechos sexuales y derechos reproductivos.

Derechos reproductivos

Los Derechos Reproductivos se refieren a la libertad de las personas para decidir si tener o no hijos, la cantidad y el espaciamiento entre ellos, el tipo de familia que se quiere formar, acceder a información y planificación para hacerlo, a métodos anticonceptivos, a controles pre y post natales, a controles y exámenes ginecológicos y urológicos preventivos, y a atención integral frente al aborto legal y seguro.

Tú tienes derecho a:
  1. Tomar decisiones sobre la reproducción sin sufrir discriminación, coerción ni violencia.
  2. Decidir libremente si se desea o no tener hijos o hijas.
  3. Decidir sobre el número de hijos o hijas que se desean y el espacio de tiempo entre un embarazo y otro.
  4. Decidir sobre el tipo de familia que se quiere formar.
  5. Ejercer la maternidad con un trato equitativo en la familia, espacios de educación y trabajo.
  6. Acceder a métodos de anticoncepción modernos, incluida la anticoncepción de emergencia.
  7. Al acceso a los servicios integrales de salud y atención médica para garantizar la maternidad segura.
  8. Acceder a los beneficios de los avances científicos en la salud sexual y reproductiva.
  9. Acceder a información de calidad que permita tomar decisiones sobre prevención de embarazos no deseados; anticoncepción inmediata después de un parto o aborto; e interrupción voluntaria del embarazo.
  10. Acceder a atención integral frente al aborto (en los casos que la ley lo permite) y postaborto.
Algunas consideraciones
  • El acceso a servicios, principalmente de salud, efectivizan la realización de los derechos sexuales y derechos reproductivos.
  • Las responsabilidades que la sociedad asigna a las mujeres frente a dar a luz y criar a los hijos impacta en el ejercicio de otros derechos como educación, empleo y otras actividades relacionadas con su desarrollo personal. Por eso, las mujeres tienen el derecho a decidir el número y espaciamiento de sus hijos.
  • La decisión de tener o no hijos es personal. Familia, pareja o gobierno no pueden limitarla; accionar que sería considerado violento.
  • El derecho a la atención de la salud materna abarca el acceso a una amplia gama de servicios en relación con el embarazo, parto y postparto, incluyendo las emergencias obstétricas. La posibilidad de acceder a estos servicios de forma gratuita sin discriminación, coerción o violencia respetando los principios de autonomía, agencia y elección es parte de ese derecho
  • El aborto legal y seguro se vincula con una serie de derechos humanos. La vida y la salud de mujeres, niñas y personas gestantes están en riesgo si existen restricciones a una atención integral al aborto legal y seguro, así como a la atención postaborto.

¿Por qué es importante hablar de los derechos sexuales y derechos reproductivos?

  • Hablar de estos derechos permite que las personas podamos tomar decisiones de manera libre sobre nuestra sexualidad, nuestro cuerpo y nuestra reproducción.
  • Hablar de derechos sexuales y derechos reproductivos es una forma de garantizar que las personas conozcan su importancia, su capacidad de incidir en su propia vida y de otras personas, de la creación de políticas que garanticen el cumplimiento de estos derechos, de promover su goce, ampliación y aplicación de manera integral, para todas y todos.
  • Hablar de estos derechos nos permite identificar signos de alerta de cuándo son o somos vulnerades.

Derechos sexuales

Los Derechos Sexuales se refieren a la libertad de las personas para ejercer su sexualidad de manera saludable, sin ningún tipo de abuso, coerción, violencia o discriminación. Los derechos sexuales son los mismos derechos humanos, reconocidos de forma universal e interpretados a la luz de la sexualidad. Facilitan a las personas asumir el control de su cuerpo y sexualidad y no ser sujetas/os de discriminación, acoso, coerción y violencia. Permite que las personas expresen y disfruten de su sexualidad de forma autónoma, sana, placentera y sin riesgos; más allá de la reproducción.

Tú tienes derecho a:
  1. Decidir sobre nuestros cuerpos y sexualidades de manera autónoma.
  2. Explorar y a disfrutar de una vida sexual placentera.
  3. Elegir las parejas sexuales.
  4. Vivir la sexualidad sin ningún tipo de violencia.
  5. Tener relaciones sexuales consensuadas.
  6. Decidir libre y autónomamente cuándo y con quién se inicia la vida sexual.
  7. Decidir sobre la unión con otras personas.
  8. Vivir y expresar libremente la orientación sexual e identidad de género.
  9. A la protección y prevención de infecciones de transmisión sexual y embarazos no deseados.
  10. Recibir información y acceso a servicios de salud de calidad sobre todas las dimensiones de la sexualidad, sin ningún tipo de discriminación.
  11. Una educación integral para la sexualidad a lo largo de la vida.
Algunas consideraciones
  • La vivencia de la sexualidad debe estar libre de todo tipo de manipulación, chantaje o coacción para que podamos tener relaciones saludables, consentidas, autónomas y placenteras.
  • Los embarazos forzados en la adolescencia y la violencia sexual son un atentado a muchos de estos derechos, y la importancia de cuestionar cómo se normaliza socialmente la violencia sexual.
  • El estigma es una marca social que reproducimos constantemente y que se puede transformar si es que reflexionamos sobre nuestras posturas. Las más afectadas por el estigma suelen ser las poblaciones históricamente violentadas como adolescentes, mujeres, población migrante, población LGBTIQ+, indígenas, afrodescendientes, personas viviendo con VIH, entre otras. Este estigma muchas veces limita el ejercicio de nuestros derechos sexuales y derechos reproductivos.

Derechos reproductivos

Los Derechos Reproductivos se refieren a la libertad de las personas para decidir si tener o no hijos, la cantidad y el espaciamiento entre ellos, el tipo de familia que se quiere formar, acceder a información y planificación para hacerlo, a métodos anticonceptivos, a controles pre y post natales, a controles y exámenes ginecológicos y urológicos preventivos, y a atención integral frente al aborto legal y seguro.

Tú tienes derecho a:
  1. Tomar decisiones sobre la reproducción sin sufrir discriminación, coerción ni violencia.
  2. Decidir libremente si se desea o no tener hijos o hijas.
  3. Decidir sobre el número de hijos o hijas que se desean y el espacio de tiempo entre un embarazo y otro.
  4. Decidir sobre el tipo de familia que se quiere formar.
  5. Ejercer la maternidad con un trato equitativo en la familia, espacios de educación y trabajo.
  6. Acceder a métodos de anticoncepción modernos, incluida la anticoncepción de emergencia.
  7. Al acceso a los servicios integrales de salud y atención médica para garantizar la maternidad segura.
  8. Acceder a los beneficios de los avances científicos en la salud sexual y reproductiva.
  9. Acceder a información de calidad que permita tomar decisiones sobre prevención de embarazos no deseados; anticoncepción inmediata después de un parto o aborto; e interrupción voluntaria del embarazo.
  10. Acceder a atención integral frente al aborto (en los casos que la ley lo permite) y postaborto.
Algunas consideraciones
  • El acceso a servicios, principalmente de salud, efectivizan la realización de los derechos sexuales y derechos reproductivos.
  • Las responsabilidades que la sociedad asigna a las mujeres frente a dar a luz y criar a los hijos impacta en el ejercicio de otros derechos como educación, empleo y otras actividades relacionadas con su desarrollo personal. Por eso, las mujeres tienen el derecho a decidir el número y espaciamiento de sus hijos.
  • La decisión de tener o no hijos es personal. Familia, pareja o gobierno no pueden limitarla; accionar que sería considerado violento.
  • El derecho a la atención de la salud materna abarca el acceso a una amplia gama de servicios en relación con el embarazo, parto y postparto, incluyendo las emergencias obstétricas. La posibilidad de acceder a estos servicios de forma gratuita sin discriminación, coerción o violencia respetando los principios de autonomía, agencia y elección es parte de ese derecho
  • El aborto legal y seguro se vincula con una serie de derechos humanos. La vida y la salud de mujeres, niñas y personas gestantes están en riesgo si existen restricciones a una atención integral al aborto legal y seguro, así como a la atención postaborto.

¿Por qué es importante hablar de los derechos sexuales y derechos reproductivos?

  • Hablar de estos derechos permite que las personas podamos tomar decisiones de manera libre sobre nuestra sexualidad, nuestro cuerpo y nuestra reproducción.
  • Hablar de derechos sexuales y derechos reproductivos es una forma de garantizar que las personas conozcan su importancia, su capacidad de incidir en su propia vida y de otras personas, de la creación de políticas que garanticen el cumplimiento de estos derechos, de promover su goce, ampliación y aplicación de manera integral, para todas y todos.
  • Hablar de estos derechos nos permite identificar signos de alerta de cuándo son o somos vulnerades.

Entonces, ¿qué es la sexualidad

y por qué es importante?

La sexualidad es una característica propia del ser humano y está presente desde que nace hasta que muere. La sexualidad comprende la actividad sexual, las identidades de género, la orientación sexual, el erotismo, el placer, la intimidad y la reproducción. Se establece por la interacción de factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos, políticos, culturales, éticos, legales, históricos, religiosos y espirituales, y se experimenta y expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, comportamientos, prácticas y relaciones.

Todas las personas tenemos derecho a tomar nuestras propias decisiones, y la vivencia de la sexualidad implica tomar decisiones todo el tiempo. Por ejemplo, tener o no relaciones sexuales, utilizar o no un método anticonceptivo, seguir o no con una relación, entre otros. Para vivirla de forma libre y responsable, es necesario conocer tus derechos. Si no lo haces, es posible que se vean vulnerados y que no tengas las herramientas necesarias para defenderlos. La vivencia de la sexualidad debe estar libre de todo tipo de manipulación, chantaje o coacción para que podamos experimentar relaciones consentidas, autónomas y placenteras.

Entonces, ¿qué es la sexualidad

y por qué es importante?

 

La sexualidad es una característica propia del ser humano y está presente desde que nace hasta que muere. La sexualidad comprende la actividad sexual, las identidades de género, la orientación sexual, el erotismo, el placer, la intimidad y la reproducción. Se establece por la interacción de factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos, políticos, culturales, éticos, legales, históricos, religiosos y espirituales, y se experimenta y expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, comportamientos, prácticas y relaciones.

Todas las personas tenemos derecho a tomar nuestras propias decisiones, y la vivencia de la sexualidad implica tomar decisiones todo el tiempo. Por ejemplo, tener o no relaciones sexuales, utilizar o no un método anticonceptivo, seguir o no con una relación, entre otros. Para vivirla de forma libre y responsable, es necesario conocer tus derechos. Si no lo haces, es posible que se vean vulnerados y que no tengas las herramientas necesarias para defenderlos. La vivencia de la sexualidad debe estar libre de todo tipo de manipulación, chantaje o coacción para que podamos experimentar relaciones consentidas, autónomas y placenteras.

¡Recuerda!

Tus derechos son tuyos y siempre te acompañan. ¡Conocerlos es la mejor forma de poder exigirlos!